Ciudad de Panamá, 12 de febrero (Xinhua).- Panamá tiene el potencial para convertirse en la puerta de entrada de Europa a América, a través de un puente cuya puerta en la otra punta es el puerto europeo de Rotterdam, desde la perspectiva del gobierno de Países Bajos.
El embajador de Países Bajos en Panamá, Wiebe J. de Boer, compartió esta visión durante un diálogo en la sede diplomática en Panamá con un pequeño grupo de corresponsales extranjeros.
Desde esa perspectiva, el abanico de oportunidades está abierto en la relación bilateral, debido al conocimiento de Países Bajos en campos como el agrícola, ya que es el segundo exportador de estos productos en el mundo, detrás de Estados Unidos.
El manejo y cuidado del agua, junto al desarrollo de energías limpias, son otros de los campos en los cuales Países Bajos puede aportar a una nación con potencial como Panamá, que tiene una privilegiada posición estratégica, con su canal interoceánico y su ubicación en el istmo centroamericano.
La operación del "Hub de las Américas", o del centro de conexiones de la aerolínea panameña Copa Airlines en el Aeropuerto Internacional de Tocumen de la capital panameña, es otro de los aspectos destacados, con nuevas oportunidades en los vuelos directos desde ese terminal a las aerolíneas Air Fance y KLM en Europa.
Panamá, sin embargo, es vulnerable a factores como el cambio climático, con riesgos de inundaciones, escasez de agua potable y dificultades en el manejo del agua, temas en los cuales Países Bajos puede ser un punto importante de cooperación.
El embajador resaltó que en el otro extremo del puente está el puerto de Rotterdam, a través del cual se puede llegar a un mercado de unas 500 millones de personas.
De Boer considera que muchas cosas deben cambiar en esta relación por la expectativa que genera el proyecto de ampliación del Canal de Panamá, el cual enfrenta algunas dificultades por diferencias entre la administración del Canal de Panamá y el contratista Grupo Unidos por el Canal, a cargo de las obras del tercer juego de esclusas.
El embajador se refirió a ambos países como "socios evidentes", al poder intercambiar experiencias y tener en cuenta, por ejemplo, que el 60 por ciento del territorio de Países Bajos está por debajo del nivel del mar y que esta nación ha desarrollado un sistema muy refinado para desalojar el agua de los ríos y el agua de lluvia.
"Durante nuestra historia tuvimos grandes inundaciones y combatimos a la naturaleza, pero ahora estamos cooperando con la naturaleza a través de trabajos estratégicos, como uno que permite que el mar deposite arena en ciertos lugares", explicó.
El embajador recordó además que el tratamiento del agua en su país era pésimo en los años 60 del siglo XX, sin embargo éste mejoró y en la actualidad existe incluso un impuesto para sacar el agua.
El embajador destacó además el interés de su país en proyectos como el que contempla la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para la construcción de un megapuerto en el sector de Corozal, en el Pacífico, el cual espera se defina.
Es importante que Panamá cuente con un plan maestro para el desarrollo del sector logístico, con el fin de aprovechar las oportunidades en la relación bilateral, subrayó.
De Boer aseguró que el plan es importante para definir cómo funciona cada puerto o sobre el uso de los terrenos, por lo tanto es relevante que el gabinete logístico de Panamá se pronuncie sobre ese tema.
Reconoció además el valor del desarrollo logístico de Panamá para que puedan conectarse con otras partes del mundo lugares como Curazao y Aruba, que han tenido limitaciones en ese sentido.
El embajador de Países Bajos destacó también la inversión de 500 millones de dólares que realizará la empresa holandesa Vopak en Panamá, en una instalación para el almacenamiento de combustibles y químicos en el área de Bahía Las Minas, en el norte del país centroamericano.
Explicó que las obras empezarán este año y que esta infraestructura servirá como zona libre de petróleo para servir a América Latina y el Caribe.