Sao Paulo, 4 de noviembre de 2014 (EFECOM).- Brasil, Chile, Colombia y Perú, cuatro de las principales economías suramericanas, ofrecen oportunidades de inversión en infraestructura, con una demanda calculada conjunta de 129.920 millones de dólares en proyectos gestionados hasta 2017, apuntó un estudio del banco brasileño Itaú BBA.
Las carreteras son el principal foco de las inversiones, aunque en el caso chileno existe también una apertura en el sector aeroportuario, de acuerdo con el análisis detallado de informaciones públicas anunciadas por el mercado y los Gobiernos de los cuatro países.
En el caso brasileño, el Programa de Inversiones en Logística en Brasil para el período 2014-2017 incluye proyectos de carreteras, puertos y ferrocarriles, tanto a través de inversiones directas o con Alianzas Público Privadas (PPP, por su sigla en portugués).
A pesar de Brasil liderar ese tipo de inversiones en la región, "existen buenos proyectos en otros países" y, en ese sentido, "el mercado deberá estar prepara para atender esa demanda y aprovechar las oportunidades", señaló Alberto Zoffmann, director de Project Finance del Itaú BBA, entidad que ya actúa en la zona.
El sector de carreteras representa el 40,3 % de la demanda de inversiones en los cuatro países, con Colombia al frente (24.400 millones de dólares), seguido por Brasil (13.700 millones), Perú (11.000 millones) y Chile (3.250 millones).
Los proyectos de ferrocarriles, en tanto, tienen a Brasil en la cabeza con 25.590 millones de dólares, secundado por Perú con 8.300 millones, Chile con 4.450 millones y Colombia con 3.160 millones.
Las obras relacionadas a aeropuertos, igualmente, necesitan de 4.180 millones de dólares en Brasil, 720 millones en Chile, 500 millones en Colombia y 450 millones en Perú.
La construcción de puertos, a su vez, demanda en Brasil 24.820 millones de dólares, 1.800 millones en Chile, 1.590 millones en Colombia y 300 millones en Perú.
El Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile, con una proyección de 19 millones de pasajeros anuales a partir de 2020, por ejemplo, irá a requerir entre 720 millones y 800 millones de dólares para la construcción de una nueva terminal y la reforma de la actual.
En Colombia, además de la cuarta generación de su Programa de Carreteras, el mayor entre los cuatro países, la nación andina también inició el proceso de licitación para la hidrovía del río Magdalena, que prácticamente cruza todo el país.
"Colombia tiene un gran problema con las montañas y sus selvas. Las distancias, a pesar de ser pequeñas, cruzan cordilleras y eso exige una alta inversión", comentó Zoffmann en declaraciones a Efe.
Perú, por su parte, ofrece oportunidades en la construcción de las líneas 3 y 4 del metro de Lima, con una extensión de 32 y 30 kilómetros respectivamente que será otorgada por concesión, mientras que el Gasoducto Sur Peruano (GSP) demandará inversiones por 6.500 millones de dólares para sus 1.000 kilómetros de extensión.
"No existe una única razón para el aumento de inversiones, pero el punto principal es mejorar la infraestructura y garantizar la competitividad del país", comentó Zoffmann, quien destacó el ejemplo de modernización aeroportuaria y movilidad urbana adelantado por Brasil con motivo de la realización del Mundial de Fútbol de 2014.
No obstante, Zoffmann cuestionó que "el plan de desarrollo del Gobierno no estaba encajado" a la realización de eventos deportivos de gran magnitud como el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
"El Gobierno reconoció que algunos proyectos no son posibles de ser conducidos sólo a través de concesiones o de forma pública" y por eso, resaltó el ejecutivo, se recurrió cada vez más a la "iniciativa privada" mediante las alianzas público privadas.