La Habana, 27 de marzo (Reuters).- Cuba buscará atraer más capital con una nueva ley de inversión extranjera que reduce a la mitad el impuesto sobre las ganancias hasta un 15 por ciento y ofrece ocho años de gracia a la mayoría de los inversores, dijo la prensa oficial.
La Asamblea Nacional se reunirá el sábado para aprobar la nueva ley, con la que el gobierno comunista de la isla pretende reinsertar el país en la economía mundial.
Según el diario oficial Juventud Rebelde, la ley propone agresivas rebajas fiscales y ofrece protección legal para los inversores extranjeros, en general adversos a arriesgar capital en la economía estilo soviético.
Se espera que la Asamblea Nacional apruebe la ley con pocos cambios o sin alteraciones.
Sin embargo las inversiones extranjeras en la explotación de recursos naturales, incluyendo petróleo, podrían estar sujetas a mayores impuestos sobre utilidades de hasta un 22,5 por ciento, según el acuerdo que negocien con el Estado, dijo Juventud Rebelde.
En base a la actual ley de inversiones extranjeras, vigente desde 1995, todas las exenciones fiscales son negociadas y las compañías extranjeras pagan impuestos sobre las ganancias de un 30 por ciento. Cuba aplica además un impuesto laboral del 20 por ciento, aunque está siendo reducido gradualmente.
La nueva ley "aplicaría (...) un tipo impositivo del 15 por ciento sobre la utilidad neta imponible". Juventud Rebelde dijo que el resto de las ganancias podrán ser repatriadas.
Los inversores extranjeros tendrán que seguir contratando a sus empleados a través de empresas estatales, una de las mayores quejas de los empresarios.
Sin embargo, Juventud Rebelde dijo que los intermediarios en la contratación ya no buscarán ganar dinero, lo que sugiere que los trabajadores recibirán más dinero y será más fácil negociar sus salarios.
Cuba está aislada de la inversión de Estados Unidos debido al embargo comercial que le aplica Washington desde poco después de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
La ley es parte de reformas orientadas al mercado.
La nueva ley de inversión estaba prevista desde el 2011, cuando el actual presidente Raúl Castro aprobó un plan de más de 300 reformas económicas que buscan reflotar el socialismo y están orientadas al mercado.
"El Gobierno cubano tiene una importante brecha de credibilidad que superar con los inversionistas extranjeros", dijo Paul Hare, ex embajador británico en Cuba y ahora profesor en la Universidad de Boston.
"Los inversores quieren pruebas, no sólo la legislación, que Cuba esté dispuesta a permitir que los inversionistas ganen dinero, contratar a los cubanos que seleccionen y no mover la portería cuando el éxito parezca ser demasiado gratificante", agregó.
Un impuesto del 20 por ciento sobre el trabajo será eliminado por completo, de acuerdo a la versión del proyecto de ley, publicado por el sitio web Progreso Semanal, basado en Miami.
"El impacto de la política se conocerá una vez que Cuba inicie la negociación de acuerdos con socios potenciales, pero los incentivos y la flexibilidad de la nueva ley parece estar diseñado para atraer el capital necesario para levantar la economía y hacer que las reformas tengan éxito", dijo Phil Peters, que dirige en Virginia un Centro de Investigación sobre Cuba.
"La agricultura, el azúcar y las energías renovables son los sectores clave para ver signos de una nueva actitud hacia la inversión extranjera", agregó.
Hasta la fecha las reformas no han dado lugar a un mayor crecimiento. Se espera que el Producto Interno Bruto se desacelere a 2,2 por ciento este año, frente al 2,7 por ciento en el 2013.
La ley actual y la nueva ley permiten invertir al 100 por ciento de las empresas de propiedad extranjera y no excluyen expresamente a los cubanos que son ciudadanos de otros países, pero en la práctica Cuba ha insistido en tener el 51 por ciento de participación en las empresas mixtas y no ha permitido a cubanos en el extranjero invertir, salvo en pequeñas empresas.
Actualmente existen alrededor de 200 empresas conjuntas y otros proyectos relacionados con la inversión extranjera en Cuba, en comparación con más de 400 hace unos 12 años. El país de Gobierno comunista es considerado uno de los menos favorables a las inversiones en el mundo.