Viena, 26 de noviembre de 2014.- Los representantes ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de Venezuela, México y Rusia están reunidos desde ayer martes en Viena para coordinar posiciones, dos días antes de una crucial reunión del cartel en el contexto de una dramática caída de los precios del petróleo.
La reunión del canciller venezolano Rafael Ramírez, que sigue representando a su país en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, con el ministro mexicano de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y su colega ruso, Alexandre Novak -dos países que no forman parte del cartel- busca "coordinar posiciones" para presionar por un recorte de la producción de crudo, indicó a la AFP una fuente cercana a la delegación venezolana.
Ramírez ha abogado con vehemencia, antes de llegar a Viena, en favor de un recorte de producción de la OPEP, para frenar la caída de los precios del barril de oro negro, que ha caído 30% desde el mes de junio. Tanto Venezuela como Rusia necesitan desesperadamente precios del petróleo de alrededor 100 dólares el barril, para hacer frente a sus necesidades presupuestarias y fiscales.
Esta es la primera reunión de la OPEP en la que la presencia de países productores que no son miembros de la OPEP, como Rusia y México -invitados generalmente como observadores a las reuniones del cartel- crea tanta expectativa.
Es también la reunión en la que la OPEP se presenta tan dividida sobre la decisión que tomará el jueves, con Arabia Saudita, el mayor productor en el seno de la organización, al parecer a favor de mantener la producción al nivel actual, de alrededor 30 millones de barriles diarios.
Según una fuente cercana a la delegación rusa, el poderoso ministro saudí del Petróleo, Ali Al-Naimi participa también en la reunión con los representantes de Venezuela, México y Rusia.
Según analistas del sector que participan en la reunión en Viena, la posición de Arabia Saudita -que hace tres semanas llevó las cotizaciones del petróleo a mínimos en años cuando anunció que rebajaba los precios del crudo destinado a Estados Unidos, al tiempo que aumentó lo que cobra a países asiáticos- tiene muy nerviosos a los mercados, donde el barril sigue retrocediendo.
Expertos atribuyen esa posición de Riad a consideran que el país quiere mejorar su parte de mercado en Estados Unidos, al tiempo que buscan llevar el precio del crudo tradicional a un punto en el que la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos sea económicamente inviable.