Santiago de Compostela, España, 26 de febrero (EFE).- Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela (noroeste) aconseja mayor cooperación entre los países de Latinoamérica para la gestión de sus pesquerías con el fin de conseguir la sostenibilidad de sus recursos, frente a las estrategias de la industria europea.
El informe "Sobre la actividad de las flotas de pesca a distancia en América Latina: una primera aproximación", de los profesores Rosa María Verdugo y Sebastián Villasante, concluye que Latinoamérica "debería realizar un profundo ejercicio de reflexión con vistas a elaborar fórmulas de gestión más cooperativas".
Dichas fórmulas deberían "articular procesos participativos donde los principales beneficiarios sean las poblaciones locales", apuntan los autores del estudio, que analiza la sobreexplotación de los recursos marinos, y en particular los casos de la pesca del bacalao atlántico, la merluza argentina y la anchoveta peruana.
Los autores subrayan en su estudio los perjuicios de la sobreexplotación pesquera.
El exceso de pesca tiene un coste de alrededor de 50.000 millones de dólares anuales en pérdidas económicas netas, según el Banco Mundial, y la Unión Europea, la zona más afectada del mundo, sufre una pérdida potencial de capturas anuales de 2,8 millones de toneladas y una renta del recurso negativa de 4.800 millones de dólares al año, indican los profesores.
Añaden que la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera que los ecosistemas marinos están en declive y bajo una gran presión pesquera, y precisan que en la UE las subvenciones para el sector pesquero han supuesto una disminución general de las pesquerías comerciales y la pérdida de puestos de trabajo en la cadena de valor del sector pesquero.
Las consecuencias de la sobreexplotación de la mayor parte de las pesquerías comerciales en la Unión Europea "no sólo tienen repercusiones en la actividad de las flota de pesca a distancia en los caladeros europeos, sino también en otras latitudes como en América Latina, una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta", según Verdugo y Villasante.