Asunción, 4 de junio de 2014 (EFE).- Kazajistán, un extenso país con grandes reservas naturales, busca "nuevas perspectivas" de cooperación con América Latina mediante una serie de visitas y acuerdos como parte de su deseo de asumir un mayor papel a nivel mundial, según su vicecanciller, Yerzhan Ashikbayev.
"En el mundo globalizado actual la distancia ya no importa tanto como antes", dijo en una entrevista con Efe Ashikbayev, que realizó un viaje de 32 horas para asistir a la 44 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se inauguró ayer en Asunción.
Kazajistán tiene la mayor delegación entre los 39 países observadores presentes en la cita, que reúne a la gran mayoría de los cancilleres del continente americano.
La meta del viaje es abrir "nuevas perspectivas de cooperación con Paraguay y con la región", explicó Ashikbayev, quien destacó que no se trata de una visita ocasional, pues representantes de su Gobierno han estado en 27 países de la región en los últimos dos años.
Kazajistán, un país de Asia Central con importantes yacimientos de crudo, gas y minerales, y gran producción agrícola, cuenta con acuerdos consulares con Brasil, Argentina y Chile, y también está interesado en convenios económicos.
"Los temas de integración económica nos interesan de forma especial", aseveró Ashikbayev, quien indicó que el país también envía a jóvenes a aprender a jugar al fútbol a su meca, Brasil.
Kazajistán es el mayor país sin costa del planeta y desea presentar los problemas de las naciones mediterráneas a nivel mundial, como Paraguay y Bolivia en América, manifestó el vicecanciller.
Entre sus iniciativas en América, el funcionario citó su oferta de enviar cascos azules a Haití y sus programas humanitarios en siete países latinoamericanos.
Ashikbayev firmará un acuerdo con la OEA para financiar un proyecto en favor de mujeres y otro para seguridad con una dotación total de 150.000 dólares.
También suscribió un convenio con Paraguay para iniciar contactos políticos entre ambos países.
El vicecanciller indicó que en su país "hay un tremendo interés en aprender español y en acercarse" al mundo de habla hispana.
Una de las áreas donde Kazajistán puede aprender de América Latina es su estatus como área libre de armas nucleares.
Al mismo tiempo, puede ofrecer su experiencia de transformación de una economía centralizada de la época soviética, con bajo nivel de vida, en un país con un crecimiento de por lo menos un 5% anual y un gran aumento de la riqueza per cápita.
El vicecanciller viajará el jueves a Cuba y de ahí a Canadá y Estados Unidos.
Uno de los temas en su agenda es la candidatura de su país al Consejo de Seguridad de la ONU para 2017.
"No solo se debe escuchar a los países grandes, sino que los países pequeños y medianos también deberían participar en la creación del futuro mundial", dijo.
Kazajistán plantea en su campaña para lograr la plaza promover la seguridad nuclear, de la energía, el agua y los alimentos, factores "esenciales para el bienestar de la gente, la prosperidad y el desarrollo mundial", según Ashikbayev.
A la hora de integrar el Consejo de Seguridad, el viceministro también destacó la experiencia de Kazajistán como país con más de cien grupos étnicos y 17 religiones, que viven "en paz y armonía". "Podemos ser un modelo para otros", indicó.
Asimismo recalcó sus acciones en el área nuclear, pues su país renunció al cuarto mayor arsenal de armas atómicas del mundo y fue el primero en clausurar un área de pruebas nucleares.
En el ámbito económico el viceministro apuntó la reciente creación de la Unión Económica Euroasiática, junto con Rusia y Bielorrusia, que cuando entre en vigor el próximo 1 de enero establecerá un mercado de 170 millones de personas y de 2 billones de dólares.
También destacó los "logros notables" conseguidos por la Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza en Asia (CICA), un foro en el que los países de ese continente se sientan a tratar temas de interés común.
La CICA surgió en 1992 por iniciativa del presidente kazajo, Nursultán Nazarbayev, para facilitar la estabilidad y la cooperación en un momento en que las antiguas repúblicas soviéticas daban sus primeros pasos como independientes.
"La idea fue de Kazajistán, pero ahora tiene el respaldo de las otras naciones asiáticas", dijo el vicecanciller.