Lima, 9 de diciembre de 2014 (PL).- Los presidentes de Perú, Ollanta Humala, de Bolivia, Evo Morales, así como el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, estarán presentes hoy en la apertura del segmento de alto nivel de la COP20.
También participarán ministros y representantes de muchas regiones del mundo para cerrar los acuerdos tomados en la primera semana de trabajo de la 20 Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP20), que busca establecer el borrador de un nuevo acuerdo global sobre reducción de emisiones.
La víspera, en conferencia de prensa, las máximas autoridades del evento se mostraron muy esperanzados en que la cita llegue a buen término.
El presidente de la COP20 y ministro del Ambiente peruano, Manuel Pulgar Vidal, señaló que se espera terminar con una buena decisión que refleje la posición de las partes, y un borrador con los nuevos elementos que se tratarán en la actividad del año entrante.
"Esperamos que sea tan robusto y sólido como deseamos, y que el año que viene podamos contar con el nuevo acuerdo climático", manifestó.
Sin embargo, no todos llevan el mismo optimismo. Para los representantes de Greenpeace no es suficiente los anuncios de algunos países en cuanto a reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y piden que se desarrollen medidas rápidas para llevar un futuro de energía renovable para el año 2050.
"Cada año las poblaciones sufren los peligrosos impactos del cambio climático", expresó Mauro Fernández, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Andino.
En países como Filipinas, esto es una cuestión de supervivencia y la inacción de los líderes mundiales están poniendo su futuro en peligro.
Es el momento de responsabilizar a las compañías de combustibles fósiles que utilizan nuestra atmósfera como inodoro y garantizar que los principales países emisores se comprometan con metas ambiciosas, aseveró.
Por su parte, Tasneem Essop, representante de World Wildlife Fund International (WWF), indicó que un grupo de negociadores de la Unión Europea, Australia, Canadá y Nueva Zelanda propusieron. Si esto sucede, no se podrá supervisar los avances reales en su implementación, dijo.