Washington, 13 de noviembre de 2014 (EFE).- El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, mantuvo reuniones con tres legisladores de la Cámara de Representantes y un senador de EE.UU., quienes coincidieron en la necesidad de aumentar los esfuerzos para mejorar la economía y combatir la pobreza que genera la emigración en Centroamérica.
En el primer día de su visita a Washington, Hernández mantuvo una reunión conjunta con dos congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart, y uno demócrata, Eliot Engel; y también se vio por separado con el senador republicano Marco Rubio.
"Una alianza fuerte entre Estados Unidos y Honduras es clave para afrontar algunas de las amenazas más urgentes de seguridad en nuestro hemisferio", dijo Rubio en un comunicado tras la reunión.
"Trabajar juntos para aumentar la cooperación y fortalecer nuestros esfuerzos para detener el tráfico ilícito de personas, drogas y armas es crítico tanto para la seguridad de Estados Unidos como para la de Latinoamérica", añadió el senador por Florida, de origen cubano.
Rubio aseguró que la llegada de más de 60.000 menores solos a la frontera sur de Estados Unidos este año, procedentes sobre todo de El Salvador, Guatemala y Honduras, "debería dejar claro a todos que un Honduras pacífico, próspero y democrático es crítico para la seguridad y el futuro de nuestro hemisferio".
"Para acabar con la desesperación que contribuye a la inmigración ilegal, debemos trabajar juntos para afrontar la pobreza demoledora y la violencia mortal que existe en Honduras", indicó Rubio.
Además, es necesario "asegurarnos de que el pueblo hondureño no confunde las 'ambigüedades' percibidas en nuestro sistema migratorio como incentivos para arriesgar sus vidas para entrar ilegalmente en Estados Unidos", añadió.
Desde que reconoció la crisis generada por la llegada masiva de menores en mayo pasado, el Gobierno estadounidense ha insistido en que esos niños entran en un proceso de deportación y no podrán acogerse a una eventual reforma migratoria, ni a la moratoria a las deportaciones de jóvenes indocumentados que llegaron antes de 2007, conocida como DACA.
Por su parte, la legisladora Ros-Lehtinen valoró en otro comunicado su "productiva conversación" con Hernández junto a los congresistas Díaz-Balart y Engel.
"Honduras es un aliado importante en la región y deben hacerse más esfuerzos para mejorar el clima económico en Centroamérica, combatir la corrupción y reducir la violencia que emana del narcotráfico, con el fin de mejorar la seguridad regional", sostuvo la legisladora por Florida, también de origen cubano.
"Continuaré trabajando con el Congreso para fortalecer nuestra relación con Honduras y ayudar a que nuestros aliados sean un ejemplo de una democracia próspera en el hemisferio", añadió Ros-Lehtinen, que al igual que Engel forma parte del Comité de Asuntos Exteriores en la Cámara baja.
Además, según su agenda oficial, el presidente mantuvo un almuerzo de trabajo con presidentes de las empresas multinacionales Fruit of the Loom, New Holland Apparel, Walmart y Chevron.
La visita de Hernández a Washington tiene como objetivo principal participar en una conferencia este viernes junto a sus homólogos de Guatemala, Otto Pérez Molina y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
La conferencia se celebrará en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, y en ella participarán el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, y el titular del organismo multilateral, Luis Alberto Moreno.