Georgetown, 22 de mayo de 2014 (PL).- La Secretaría de la Comunidad del Caribe (CARICOM) mantiene actualizadas estrategias para mejorar la capacidad de los Estados miembros y aplicar el Protocolo de Nagoya sobre Acceso y Participación en los Beneficios.
Durante la celebración del tercer taller de capacitación sobre el tema, en colaboración con la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, el ente regional llamó a fortalecer la capacidad de los países participantes para ratificar o adherirse al Protocolo.
La directora de Desarrollo Humano de la Secretaría de CARICOM, Myrna Bernard, dijo que el taller realizado aquí recientemente tuvo lugar en un momento en que muchos países miembros están actualizando sus estrategias y planes de acción.
Expresó que a través de su Programa de Desarrollo Sostenible se ha defendido durante mucho tiempo la integración del medio ambiente en las estrategias nacionales y regionales para el desarrollo económico y social de la zona.
Bernard también destacó algunos de los trabajos que se realizan por la Secretaría para aplicar el Protocolo.
Dijo que en un esfuerzo por ampliar la conciencia y profundizar la comprensión de las oportunidades y los beneficios que podrían derivarse de la participación en el marco del Acceso a los recursos genéticos y la participación en los beneficios (ABS, por sus siglas en inglés), la Secretaría resaltó las implicaciones y beneficios en la región de asumir formalmente el Protocolo de Nagoya.
Según la experta, es importante contar con sistemas como ese Protocolo para salvaguardar los recursos naturales.
El Consejo para el Comercio y el Desarrollo Económico de la Secretaría de la CARICOM expidió el 18 de abril de 2012 una recomendación en la que alienta la ratificación del Protocolo de Nagoya por parte de los Estados miembros de esa agrupación.
El Protocolo de Nagoya, incluye el acceso adecuado a los recursos energéticos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, tomando en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y tecnologías, mediante un financiamiento apropiado, contribuyendo así a la conservación de la diversidad biológica y a la utilización sostenible de sus componentes.
Este proyecto fue adoptado por la Conferencia de las Partes en el Convenio de Diversidad Biológica en su décima reunión, el 29 de octubre de 2010 en Nagoya, Japón.