Montevideo, 16 de diciembre de 2014.- México y Uruguay no pueden ser países más diferentes. Aparte del idioma común, su tamaño y geografía, su cultura y tradiciones así como su economía los hace únicos a pesar de habitar la misma región latinoamericana. Pero ahora hay un nuevo punto de convergencia entre el coloso norteamericano y el próspero país sureño: la lucha contra el cambio climático.
Expertos mexicanos visitaron recientemente Uruguay para intercambiar experiencias y conocimientos en materia agrícola y ambiental. Su viaje los llevó a los verdes campos poblados de ganado, en los que se basa gran parte de la economía uruguaya.
Los técnicos mexicanos, acompañados por sus pares uruguayos, visitaron establecimientos productivos e industriales en los departamentos de Maldonado, San José, Colonia, Flores y Florida, para conocer de cerca distintas acciones en el marco del proyecto de Desarrollo y Adaptación al Cambio Climático (DACC) en el que ha trabajado Uruguay.
El intercambio permitió tomar conocimiento directo de las acciones realizadas y las líneas estratégicas desarrolladas por el gobierno uruguayo, entre ellas las vinculadas a sistemas de información, manejos de suelos, recursos hídricos y efluentes, así como el impulso al desarrollo de la producción familiar.
“Nunca se aprende mejor que estando en contacto directo con los productores, que de primera mano conocen en la práctica los resultados de tal o cual proyecto, de tal o cual acción”, dijo Octavio Montúfar, Gerente Regional del Proyecto FIRCO e integrante de la delegación que recorrió los suelos uruguayos.
Montúfar, quien encabezó la delegación del Proyecto Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), desarrollado por la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México destacó cómo Uruguay trabaja en su cuidado, así como de la vegetación en zonas ganaderas.
Alicia Martins, asesora del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, explicó por su parte que lo más desafiante e innovador de esta iniciativa del gobierno uruguayo, desarrollada con apoyo del Banco Mundial, “es la creación el sistema Nacional de Información Agropecuaria (SNIA), que tiene como objetivo integrar las bases de datos que existen en el sector agropecuario, y ponerlas al acceso de todos los productores del país, beneficiando a los que por tener menos recurso tienen menor acceso a información que no debe ser privilegiada”.
Más energías renovables
El objetivo del proyecto mexicano FIRCO es contribuir a la producción de biocombustibles, biofertilizantes, abonos orgánicos, así como promover el uso eficiente y sustentable de la energía en los procesos productivos y el uso de energías renovables.
Por ese motivo recorrieron complejos industriales lácteos, laneros y frigoríficos y conocieron de primera mano predios con biodigestores de tambos para producción lechera, tambos con riego y tratamiento de efluentes, entre otros emprendimientos.
El año próximo, en febrero, serán técnicos uruguayos los que viajen a México, para seguir intercambiando experiencias y conocimientos.
Alicia Martins destaco que los objetivos centrales de la misión uruguaya será “conocer de cerca los avances del proyecto mexicano en el manejo de recursos hídricos, gestión de riegos, y generación de energía, en especial a partir de biomasa”.
Octavio Montúfar, dijo que “uno de los compromisos asumidos tiene que ver con intercambiar información respecto al aprovechamiento de la biomasa, el biogás y el uso de biodigestores”. “Ya no es necesario buscar la información, lo hemos hecho, está ‘latinoamericanizada’”, aseguró.
Esta visita fue promovida por el Banco Mundial, en el marco de la Cooperación Sur-Sur, y en Uruguay fue coordinada por la Unidad de Cooperación Internacional del MGAP y su proyecto Desarrollo y Adaptación al Cambio Climático (DACC).