Ginebra, 11 de septiembre de 2014 (PL).- La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) instó a contribuir a que la economía mundial pueda salir del actual marasmo, tras seis años del estallido de la crisis financiera global.
Todavía no se ha encontrado el camino hacia un crecimiento a largo plazo, se indica además en el informe anual de ese organismo internacional, presentado por su secretario general, Mukhisa Kituyi.
Con un pronóstico de crecimiento de 2,5 a 3,0 por ciento en 2014, la recuperación sigue siendo débil, mientras que las políticas para apoyarla no solo son insuficientes, sino que a menudo son incoherentes, agregó el documento.
De acuerdo con el texto, las principales causas que dieron lugar a la crisis siguen sin resolverse, la recuperación es apenas incipiente y muchas políticas que supuestamente deberían ayudar a superar esta situación son incoherentes.
La UNCTAD llamó a realizar cambios importantes en el gobierno y gestión de la economía mundial, la cual requiere nuevos impulsores de su crecimiento, sostuvo.
Situó en 2,7 por ciento su pronóstico de crecimiento económico para este año, y añadió que si esa estimación varía, sería a la baja.
De acuerdo con el informe anual de la entidad, el predominio que sigue teniendo la esfera financiera sobre la economía real y la persistente merma de la participación de los salarios, se traducen en incapacidad para tratar las causas de la crisis, cuya recuperación es anormalmente lenta.
En cuanto al comercio internacional, el organismo consideró que este continúa dando muestras de atonía, al mantener un crecimiento ligeramente superior al dos por ciento desde 2012 y ser incluso inferior a la producción mundial debido a la escasa demanda.
La expansión mundial del intercambio se conseguirá mediante una sólida recuperación de la producción impulsada por la demanda interna, y no al revés, recalcó.
Consideró además que el casi estancamiento de las economías de los países desarrollados, presiona hacia la desaceleración a naciones de Latinoamérica, región que ha sabido sortear mejor las consecuencias de la crisis.