San Pedro Sula, Honduras, 6 de marzo.- Los esfuerzos realizados por algunos países de América Latina, entre ellos Honduras, para reducir la pobreza se traducen en algunos resultados positivos, pero no son suficientes para bajar los niveles de desigualdad.
Así lo establece el informe “Ganancias sociales en la balanza: un reto de política fiscal en América Latina y el Caribe”, publicado recientemente por el Banco Mundial (BM).
Este es el último documento de la serie Poverty and Labor Brief y advierte que “las recientes ganancias en la reducción de pobreza y aumento de la clase media de la región están en riesgo de perder ímpetu”.
“Los avances sociales que América Latina cosechó durante la última década pueden estar en peligro”, añade.
En uno de los factores que fueron analizados por el organismo internacional -política fiscal y oportunidades de tener servicios básicos- Honduras sale “aplazado” debido a que es el cuarto país de la región con menos acceso al agua, detrás de Bolivia, Nicaragua y El Salvador.
“La región no ha sido inmune a la desaceleración de la economía mundial, y en los últimos dos años ha registrado tasas de crecimiento menores a las previstas. Paralelamente, tampoco ha logrado reducir significativamente los niveles de desigualdad”, establece el BM.
Según el organismo, en 2012 la región del cono sur lideraba los esfuerzos de reducción de la pobreza; mientras, el porcentaje de personas pobres se mantuvo “prácticamente constante” en América Central y México.
“El porcentaje de pobres en Sudamérica cayó a 37% en 2012. La cuota en Centroamérica y México en realidad se amplió durante la década y llegó al 41%, y la región andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) tuvo un modesto 22%”, indica.
El Banco Mundial explica que en América Central y México la redistribución de ingresos y crecimiento desempeñaron un papel similar en la reducción de la pobreza, pero la contribución relativa del crecimiento fue la más pequeña de las tres subregiones del continente.
Hay que atacar las causas
Carlos Urbizo, analista económico, es del criterio que el Gobierno hondureño debe centrar sus prioridades en los sectores de salud pública y educación para lograr alcances que beneficien a quienes por años han quedado en el olvido de parte de las autoridades.
“El Gobierno tiene que saber destinar bien sus recursos. Cuando se tiene una Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) con un déficit de más de L8 mil millones, eso lo cubre el Gobierno y no debería entrar en ese negocio. Cuando salga de eso tendrá dinero que puede reubicarse en áreas que sí lo necesitan”, manifiesta.
Según Urbizo, el Gobierno ha dedicado esfuerzos a atacar los efectos, en vez de las causas.
“Si el dinero se riega solo permite que la gente subsista, no que salga de la pobreza. Se necesita democracia, libertad económica e igualdad de oportunidades. Mientras no lleguemos a eso es como pasar de lado y darle L2 a alguien... esa persona nunca va a salir de la condición de pobreza”, expresa.
Para Raúl Reina, economista, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3 a 3.5% anual, “Honduras nunca podrá hacerle frente a las necesidades y está condenada a tener ciudadanos que no fortalecerán la cohesión de su tejido social”.