Caracas, 16 de marzo de 2011.- El documento Las relaciones América Latina y el Caribe – Unión Europea: Resultados de la Cumbre de Madrid e impactos de la crisis económica en Europa será analizado en el marco de la “Reunión Regional: “La VI Cumbre Birregional de Madrid, la dinámica recesiva en algunos países europeos y perspectivas para las relaciones económicas de ALC con la UE” que tendrá lugar el 22 de marzo en la sede del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).
Este documento, preparado por la Secretaría Permanente del SELA, tiene como propósito fundamental hacer un resumen analítico de los resultados alcanzados en la última Cumbre birregional ALC-UE, que tuvo lugar en Madrid en 2010, analizar la situación económica más reciente de los países que conforman la Unión Europea (UE) y sus perspectivas, y valorar el impacto de la misma para las relaciones económicas entre la UE y América Latina y el Caribe (ALC).
El informe destaca que desde el primer encuentro birregional de Río de Janeiro en 1999 hasta la última cita del más alto nivel realizada en Madrid en mayo de 2010, la diplomacia de Cumbres América Latina y el Caribe (ALC) - Unión Europea (UE) se ha transformado de hecho en un elemento clave de las estrategias políticas y económicas de los países de ambas regiones.
La Cumbre de Madrid tuvo lugar en un contexto internacional signado por las amenazas y los desafíos planteados por la crisis financiera y económica mundial que refuerzan la necesidad de una reflexión y un trabajo conjuntos para avanzar hacia la reforma de la arquitectura monetaria y financiera internacional.
Los resultados de la Cumbre de Madrid intervienen en un contexto en el que las tendencias de las relaciones económicas birregionales han sido afectadas por la crisis económica internacional. Los flujos de Inversión extranjera directa (IED) europea en ALC, que no han presentado en los años 2000 el dinamismo constatado en los 90, se vieron bruscamente interrumpidos en 2009.
En lo que respecta a los intercambios comerciales se constata una recuperación tras la brusca caída del comercio entre las dos regiones en el peor momento de la crisis internacional -fines de 2008 / comienzos de 2009-. Pero también se observa en 2010 un descalce entre la evolución de las exportaciones latinoamericanas hacia Europa expresadas en valor y en volumen.
Esta crisis es el resultado de un proceso en el que el euro, en lugar de transformarse como se esperaba en una zona monetaria optima, se encuentra, debido a los errores cometidos a nivel de las políticas nacionales, en una situación de shocks asimétricos, es decir una situación que se vuelve muy costosa en una unión monetaria en términos de crecimiento por el hecho de no disponer de los instrumentos monetarios a nivel nacional.
La respuesta de los europeos a la crisis fue excepcionalmente bien coordinada y ha llevado a progresos en materia de gobernanza que, seguramente, no hubieran podido concretizarse sin la crisis. Una estrategia anti-cíclica coordinada fue pactada en un tiempo record con el Plan Europeo de Recuperación Económica que permitió salir de la depresión económica. Al mismo tiempo, una reforma completa de la regulación y supervisión financiera fue implementada.
En paralelo, la problemática de la salida de las medidas temporarias fue enmarcada en una estrategia colegiada de movilización de los instrumentos disponibles, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la estrategia de Lisboa para las reformas estructurales, que se transformaron en una sola estrategia de mediano plazo, el plan Europa 2020. Este plan integra tanto el ajuste fiscal como estructural para resolver las causas de la falta de progreso de la productividad global de los factores.
El estado actual y las perspectivas de la situación europea tienen claras implicaciones para la región ALC y la preparación de la próxima Cumbre birregional que se realizará en Santiago de Chile en mayo de 2012. La crisis internacional y los riesgos que siguen afectando a la UE y amenazando al mundo, cambian el panorama respecto a las anteriores Cumbres y refuerzan más que nunca la justificación para conformar una asociación estratégica efectiva y visible para los ciudadanos.
Aunque la UE no ofrece perspectivas tan atractivas en términos de crecimiento futuro respecto a otras regiones, no dejará de presentar interés para las empresas de ALC en una perspectiva de estrategia global, tomando en cuenta el tipo de mercado y de tecnología que ofrece, y el potencial de los acuerdos de cooperación para incorporarse en las cadenas globales de valor.
Desde el primer encuentro birregional de Río de Janeiro en 1999 hasta la última cita del más alto nivel realizada en Madrid en mayo de 2010, la diplomacia de Cumbres América Latina y el Caribe (ALC) - Unión Europea (UE) se ha transformado de hecho en un elemento clave de las estrategias políticas y económicas de los países de ambas regiones; estas cumbres han permitido abrir un camino hacia una asociación estratégica entre las dos regiones.
Las cumbres han ido plasmando una agenda birregional que, de modo no lineal, ha permitido abrir un camino hacia una asociación estratégica entre las dos regiones.
Según el documento del SELA, diversos obstáculos frenan tanto las relaciones entre las dos regiones como la organización de una eficiente estrategia regional por parte de ALC para poder expresarse con una sola voz cuando sus intereses lo recomiendan y mejorar así sus logros frente al bloque europeo.
Con todo, resulta altamente positivo que, a pesar de las dificultades, se haya podido mantener y consolidar un proceso que muestra una efectiva capacidad de orientación de las relaciones birregionales.
Los resultados de la Cumbre de Madrid intervienen en un contexto en el que las tendencias de las relaciones económicas birregionales han sido afectadas por la crisis económica internacional.
Los flujos de Inversión extranjera directa (IED) europea en ALC, que no han presentado en los años 2000 el dinamismo constatado en los 90, se vieron bruscamente interrumpidos en 2009.
En lo que respecta a los intercambios comerciales se constata una recuperación tras la brusca caída del comercio entre las dos regiones en el peor momento de la crisis internacional –fines de 2008 / comienzos de 2009-.
Pero también se observa en 2010 un descalce entre la evolución de las exportaciones latinoamericanas hacia Europa expresadas en valor y en volumen. La valorización continua de los precios internacionales de los productos básicos, alimenticios y energéticos, contrasta con la atonía de las ventas de ALC expresadas en volumen, en línea con el débil crecimiento del continente europeo y con las diferentes fases de la crisis de la deuda europea.
Por su parte, los flujos de remesas, tras la persistente progresión de la primera parte de los años 2000, se han contraído significativamente en 2009. A su vez, los primeros datos disponibles para 2010 muestran la persistencia del debilitamiento relativo de los montos de remesas recibidos por ALC desde el viejo continente. Esto resulta de la agravación de la crisis en Europa, que puede también repercutir sobre la evolución de la cooperación de la UE hacia ALC.
Las restricciones fiscales que están sufriendo los países europeos pueden afectar los recursos disponibles para la ayuda y la cooperación, en particular los compromisos que la UE estará dispuesta a asumir en la perspectiva de la programación plurianual 2014-2020.
En este marco, la evaluación del impacto del despliegue de la crisis económica internacional -que a partir de 2010 afectó particularmente al viejo continente- sobre las relaciones entre las dos regiones es de crucial importancia para la agenda birregional.
Europa y ALC fueron fuertemente golpeadas por los shocks exógenos negativos resultantes de la crisis económica internacional. Sin embargo, a diferencia de ALC que superó muy rápidamente la coyuntura desfavorable, la economía de la UE sigue muy afectada.
La crisis internacional y los riesgos que siguen afectando a la UE y amenazando al mundo, cambian el panorama respecto a las anteriores cumbres y refuerzan más que nunca la justificación para conformar una asociación estratégica efectiva y visible para los ciudadanos, afirma el documento elaborado por el SELA.