| XXIV Reunión Ordinaria del Consejo
Latinoamericano: Inauguración de la Etapa Preparatoria Excelentísimo señor Ibrahím
Ferradaz, A los 23 años de constituido el Sistema Económico Latinoamericano, se reúne su Consejo por primera vez en Cuba. Y se reúne en momentos muy particulares, convocado a un examen de los objetivos a lograr y de las acciones a realizar, para dirigir –en un mundo cambiante- el trabajo de la organización con mayor economía, eficiencia y eficacia. Sin lugar a dudas, y eso lo sabemos todos, es muy elevada la responsabilidad que enfrentamos, y sin lugar a dudas también, el compromiso asumido será coronado por el éxito a partir de la invaluable contribución de todos los Estados Miembros. Como resultado del proceso que culminará con el presente Consejo, el SELA, saldrá fortalecido, con lo que –y e aquí lo fundamental- coadyuvaremos al fortalecimiento de la región. Fue con ese espíritu que solicitamos la sede del actual XXIV Consejo Latinoamericano, cuya etapa preparatoria inauguramos hoy, y por la aceptación y respaldo a esta solicitud agradecemos muy sinceramente al resto de los países miembros. Al darle a todos ustedes, distinguidos representantes e invitados, la más calurosa bienvenida en La Habana –a nombre del Gobierno y pueblo de Cuba – expresarles el alto honor que significa para nosotros su presencia en la Isla; quisiera expresar, también el más profundo reconocimiento de la Delegación cubana a los embajadores y jefes de misiones en Caracas, muchos de los cuales nos honran con su presencia, y en particular al Excelentísimo señor Philip Sealy, Embajador de Trinidad y Tobago, por la encomiable y laboriosa tarea que durante meses desarrolló el Grupo de Trabajo ad hoc. Creado por acuerdo del último Consejo Extraordinario en mayo pasado. Manifestar, así mismo, nuestro reconocimiento al señor Secretario Permanente y al equipo de la Secretaría, que en condiciones realmente complejas, han mantenido en alto su vocación de servicio, asegurando el trabajo de la organización, que ni las limitaciones presupuestarias ni el siniestro acaecido han logrado mermar. No quisiera, sin embargo, dejar de señalar en esta breves palabras la confianza de que la presente reunión del Consejo encuentre fórmulas que permitan dotar al SELA, no sólo del correspondiente presupuesto –en soporte de sus misiones- sino de la garantía de un flujo de liquidez que permita a la Secretaría Permanente cumplimentar las mismas de manera estable, cuya ausencia actual pone ya en alto riesgo la consecución de los objetivos inmediatos. Señoras y señores, En esta ocasión, y como ustedes conocen, abordaremos como tema central del Consejo el referido a la "Dinámica de las relaciones externas de América Latina y el Caribe". Tema de prioritaria atención para todos y cada uno de los Estados Miembros, y en particular para Cuba, cuyas relaciones externas se han visto agredidas por el injusto bloqueo que sufre desde hace prácticamente cuatro décadas y que el propio Consejo ha rechazado enérgicamente en más de una oportunidad. Tengo la más profunda convicción en que las reflexiones sobre este tema central nos enriquecerán a todos y posibilitará una mayor concertación entre nuestros países, en medio de la pluralidad de sus respectivas circunstancias, pero a la luz de un común denominador, dado por la necesidad de avanzar hacia un estadio superior de desarrollo económico y social. Quiero llamar la atención de cómo nuestras insuficiencias económicas – estructurales nos hacen más vulnerables, ya no sólo ante los peligros de una crisis globalizada, sino frente a los imprevisibles fenómenos naturales, como los que recientemente enlutaron la familia latinoamericana, por el azote de dos intensos huracanes a naciones hermanas de Centroamérica y el Caribe. A los Representantes de estos países reitero un mensaje de condolencia y solidaridad, en la seguridad de que el actual Consejo se manifestará en igual sentido con acciones prácticas a su alcance, como ya lo han venido haciendo nuestros pueblos y gobiernos. Distinguidos amigos, Encontrándose en México en 1891, José Martí escribió "es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes". Esa idea –de plena vigencia- expresa también su visión de una sola América desde el Río Bravo a la Patagonia. Pienso que hemos ganado 23 años de experiencia y trabajo unido. En mi modesta opinión, si las naciones de América Latina y el Caribe no hubieran constituido el SELA en 1975, lo tendríamos que hacer ahora. Aprovechemos esta ventaja. Muchas gracias.
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