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Panel Conclusiones a cargo del Caracas, 17 de Octubre de 2000. Agradezco este regalo que cinco ex Secretarios Permanentes nos han hecho con sus reflexiones, estímulos, ideas y propuestas. El SELA va a circular el contenido de este debate porque creemos que es de una riqueza tal que no debe ser ignorado por los máximos responsables políticos de América Latina.
No quise intervenir en el debate pero sí quisiera señalar que me han quedado grabadas algunas frases claves que enunciaré y que no son todas, sino las que quizá tocan el meollo más profundo de la realidad latinoamericana actual:
1. Se ha dicho que la crisis no es del SELA, sino de la idea de la integración. Si esto es así, estamos en presencia de una crisis política y cultural, que se traduce en la falta de un proyecto político latinoamericano y caribeño compartido.
2. La solución de tamaño problema es política, porque requiere decisiones claras y al más alto nivel, acompañadas de una voluntad firme de instrumentarlas.
3. El SELA, por vocación, está al servicio de la idea de la integración. Al sufrir su suerte está también en crisis.
4. Cuando la idea de la integración renace, renace el SELA. Y esto está sucediendo, tal vez por última vez, ante la conciencia creciente de que la globalización apremia y no deja márgenes para una espera muy prolongada.
5. Dicho fenómeno de la globalización entrega, a la vez, un argumento novedoso a favor de la integración, pues pasa a ser la única forma de que América Latina y el Caribe pueda insertarse con identidad en él. Sin integración la globalización nos tragará fragmentados y débiles.
6. El dilema es, entonces, claro: o tenemos un proyecto político integrador para América Latina y el Caribe o la historia que otros hagan responderá por toda la región. En este segundo caso, el camino que se le señale a los Estados de esta zona del planeta será el de una inserción dispersa, de a uno, débiles y con las manos vacías, sin nada que aportar.
7. Es necesario estudiar el costo de no integrarse.
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